Dejar ir

 Dejar ir

<"¡Dios mío qué profesión tan dura he elegido!", pensó...

...comer mal y a cualquier hora, y tratar con personas nuevas todo el tiempo.

Nunca puedo tener una relación duradera, una amistad verdadera.

¡Que se vaya todo al diablo!>

Gregorio en "La metamorfosis" de Franz Kafka.

 

Dejar ir implica un esfuerzo. Un esfuerzo por superar todos los obstáculos que la vida nos impone. Gregorio se lamenta de su ardua profesión, de las penurias que tiene que pasar y decide mandar todo al diablo. En ese momento se libera del estrés. Pero toda acción tiene una consecuencia. Al querer cumplir cabalmente, y quedar bien con los demás: —madre asustada, padre amenazante, jefe aterrorizado— intenta satisfacer sus necesidades, olvidándose de sí mismo, empieza a sentir la amenaza.

            La amenaza de sentirse poco aceptado, poco comprendido y hasta rechazado. Lo terrible de la situación es que son sus propios padres, quienes lo alinean. Cuando ello sucede, el hombre se siente desolado. La medicina es el amor y aceptación de los demás.

            Cuando alguno de tus seres amados se haya ido, recuerda cuanto te amó. El amor movilizará la esperanza, de encontrar por fin, alguien que nos acepte, nos comprenda y quiera. Entonces, podremos dejar ir a quien nos amó, para empezar a amar aquel que no está tendiendo la mano.

            Es momento de olvidar el rechazo y empezar a acercarnos a aquel que nos amé.

            Es momento de recordar a nuestros seres amados y acercarnos a los que aún viven.

Lista: Esteban, MariaEsther, Patricia, Susana, Emmanuel, Lety, Licha, Loba, Liz, Daniel.

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